La cognición social no solo consiste en recibir,
procesar y recuperar información social.
Además de comprender la realidad en la que vivimos, en nuestra vida
diaria debemos tomar decisiones y hacer juicios, para lo cual la información
que podemos conseguir del medio muchas veces no es suficiente. Eso nos hace ir más allá de esa poca
información, es decir, hacer inferencias.
El proceso de inferencia es fundamental para la
cognición social, y está en la base de muchos de los fenómenos que estudian los
psicólogos sociales. Cuando tratamos de buscar la causa del comportamiento de
otra persona, automáticamente realizamos inferencias a partir de lo que vemos,
o nos dicen, que esa persona hace.
A parte de las limitaciones de nuestro sistema
cognitivo, la mayoría de las ocasiones en las que tenemos que hacer un juicio
en nuestra vida no tenemos el tiempo ni la motivación suficientes para llevar a
cabo todas las operaciones que exige el modelo normativo. Lo que realmente hacemos es sacrificar la
exactitud a cambio de la eficacia, cuando se trata de extraer conclusiones a
partir de información previa o emitir opiniones sobre un objeto-estímulo,
principalmente si no disponemos de mucho tiempo o no tenemos un interés
especial en la precisión de nuestros juicios, recurrimos a reglas simples que
nos permiten hacer inferencias adecuadas sin sobrecargar nuestro sistema
cognitivo ni dejarlo colapsado para otro tipo de tareas, estas reglas simples y
sencillas reciben el nombre de Heurísticos.
Los heurísticos
Son atajos mentales que
utilizamos para simplificar la solución de problemas cognitivos complejos,
transformándolos en operaciones más sencillas.
Heurístico de
representatividad
Empleamos este heurístico
para hacer inferencia sobre la probabilidad de que un estímulo (persona,
acción, suceso, etc.) pertenezca a una determinada categoría, es decir que sus
características sean relevantes o encajen en esa categoría, basándonos en su
semejanza con otros elementos típicos de dicha categoría y pasando por alto
otro tipo de información.
Heurístico de
accesibilidad o disponibilidad
Se utiliza para estimar
la probabilidad de un suceso, la frecuencia de una categoría o la asociación
entre dos fenómenos.
Heurístico de encaje y
ajuste
Cuando tenemos que hacer
juicio en situaciones de incertidumbre, podemos utilizar este heurístico para
reducir la ambigüedad, tomando como referencia un punto de partida que después
ajustamos para llegar a la conclusión.
Heurístico de simulación
Es
la tendencia de las personas a estimar la frecuencia o probabilidad de un
suceso basándose en la facilidad con que pueden imaginarlo, es decir, simularlo
mentalmente. Este heurístico se utiliza para predecir hechos futuros y también
para inferir la causa de un suceso que ya ocurrido.
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